Cómo cuidar correctamente las manos
Las Asociaciones Americana y Británica de Dermatólogos ofrecen unos sencillos consejos.

Hidrata tus manos y protégelas de los cambios de temperatura
Al igual que la cara, las manos deben hidratarse con regularidad. Lo ideal es después de cada lavado. Y se recomienda lavarse las manos antes y después de cocinar, antes de comer, después de ir al baño, de estornudar y de interactuar con animales domésticos. En general, puedes aplicarte la crema cada vez que tengas la piel seca. Métela en el bolso y llévatela a estudiar o a trabajar.

Hidratar la piel es especialmente importante si utilizas geles y sprays antibacterianos para las manos. Éstos contienen alcohol, que además reseca. Otro factor es la época del año. En invierno, la calefacción se enciende en los interiores. Por eso, el aire se vuelve más seco y la piel de las manos sufre más. Por eso, una buena crema hidratante es imprescindible en otoño e invierno.

Cómo elegir una crema de manos
Los dermatólogos aconsejan buscar en la composición

Lípidos. Crean una capa protectora sobre la piel, la suavizan y la alisan.Los lípidos incluyen triacilglicéridos, ceras y ceramidas.
Humectantes. Atraen la humedad a la piel (incluso desde las capas más profundas de la piel hacia las capas superiores). Entre los humectantes se encuentran la glicerina, la urea, el ácido hialurónico, el aloe vera y la miel.
Oclusivos. Crean una película sobre la piel e impiden que se evapore la humedad, como la vaselina y las siliconas.
La dermatóloga estadounidense Andrea Suárez enumera en su vídeo, lo que en la crema de manos es mejor evitar:

fragancias (se esconden bajo diferentes nombres, es mejor buscar en Google la lista de las más populares y comprobarlo);
mentol;
eucalipto;
aceites esenciales;
alcanfor;
alcohol;
menta;
hamamelis.
Todos estos ingredientes pueden irritar la piel.

Uso de guantes
La Asociación Británica de Dermatólogos aconseja utilizar guantes durante:

El lavado y la limpieza. Cuanto menor sea el contacto de la piel con los productos de limpieza, mejor.
Paseos en otoño e invierno. Unos guantes normales de tela le protegerán las manos del aire seco y frío.
Cocinar. A veces, los ácidos de las frutas y otras sustancias vegetales irritan la piel. Por eso, es mejor pelar naranjas, cortar tomates, ajos y pimientos picantes con guantes.
Trabajo en la dacha. Sobre todo si se tocan abonos, repelentes de plagas, fibra de vidrio, pladur y cemento. También son muy irritantes para la piel.
Lavarse y teñirse el pelo (si se tiñe en casa).
Para las tareas domésticas, los guantes deben estar limpios, secos y sin agujeros. La mejor opción son los guantes desechables de nitrilo o PVC. Es menos probable que provoquen alergias. Si los guantes son reutilizables, hay que darles la vuelta un par de veces por semana y lavarlos con agua templada.

También es buena idea descansar las manos al menos de vez en cuando. Por ejemplo, lave los platos en el lavavajillas o posponga el lavado a mano de objetos delicados durante un tiempo.

Protege tus manos del sol
El consejo es obvio, pero importante. Los rayos UV resecan la piel, provocan arrugas y manchas de envejecimiento en el dorso de las manos. Estos problemas son cosméticos, no suponen un peligro para la salud. Pero el sol tiene consecuencias más graves. Por ejemplo, las manchas precancerosas y el cáncer de piel de células escamosas.

Para proteger las manos del sol, no hace falta comprar un protector solar especial. Basta con un producto corporal. Lo principal es que la crema o loción sea resistente al agua y proteja contra los rayos UV de todo tipo (busca la etiqueta de amplio espectro en el envase). El nivel de SPF, según los dermatólogos, debe ser de al menos 30.

Muchos dermatólogos aconsejan también llevar guantes finos con protección solar mientras se conduce. El parabrisas de los coches bloquea el 94% de los rayos UVA. Pero la ventanilla del conductor sólo lo hace en un 71%. Así que sus manos son vulnerables a los rayos UVA en cualquier caso.

Hazte un tratamiento de spa de manos antes de acostarte
La profesora estadounidense de dermatología Diane Berson aconseja esta opción:

Mójate las manos con agua tibia o leche.
Aplícate crema hidratante.
Ponte guantes de algodón. Así no mancharás de grasa la ropa de cama.
Enciende un humidificador (si tienes) y vete a dormir. Por la mañana tu piel estará suave y sedosa.
También puedes probar los baños de parafina. La parafina es una sustancia similar a la cera que se obtiene destilando petróleo. Los baños de parafina se suelen utilizar en casos de artrosis para aliviar el dolor. Algunos estudios han demostrado que el procedimiento también puede ayudar con el eczema de manos.

En general, la parafina se considera segura y, en algunos aspectos, incluso útil para la piel. Se considera uno de los oclusivos que evitan la pérdida de humedad. Por lo tanto, el baño de parafina suavizará la piel seca y la hará más elástica. Pero este efecto es temporal. Los expertos subrayan: la parafina no hidrata realmente la piel, sino que le da una sensación sedosa. Para las personas con acné, es importante tener en cuenta que la parafina puede agravar los síntomas.