No hay normas estrictas sobre la frecuencia con que debe lavarse la ropa. Pero hay varios factores a tener en cuenta. El primero es la frecuencia con la que te pones algo. Es decir, no importa cuánto tiempo ha pasado desde el último lavado, sino cuántas veces se ha puesto la prenda desde entonces. Cuanto más a menudo lo hagas, más a menudo habrá que lavarlo.

En cuanto aparezcan manchas en la ropa, es mejor quitarlas inmediatamente, lavarla entera o llevarla a la tintorería. Si no hay manchas evidentes, la forma más rápida y fácil de saber si ha llegado el momento de refrescar tu camiseta, vestido o pantalón es olerlos.

El sudor es un factor importante. Si una prenda determinada te hace sudar siempre, necesitará lavados frecuentes. Y no se trata sólo del olor: el sudor no sólo es un gran caldo de cultivo para las bacterias, sino que además daña la ropa con el tiempo, por lo que debes deshacerte de sus rastros cuanto antes.

Otro factor es la época del año. Por ejemplo, si en invierno se puede usar una camisa hasta cinco veces, en verano, cuando hace calor, lo más probable es que haya que lavarla después de la primera o la segunda.

Además, la frecuencia con que lavamos afecta a nuestra salud. Los gérmenes pueden llegar a las cosas tanto desde el medio ambiente como desde nuestro propio cuerpo y permanecer en el tejido durante algún tiempo. Debido al contacto con la ropa sucia, pueden aparecer acné y otras erupciones en la piel. En tal caso, no sólo merece la pena acudir al médico, sino también lavar la ropa más a menudo, sobre todo la que está cerca del cuerpo.

Si la ropa se lava con demasiada frecuencia o con muy poca frecuencia
Lavar la ropa con regularidad no sólo ayuda a eliminar los malos olores de la ropa y a que tenga un aspecto ordenado, sino que también mantiene el vestuario en buen estado durante más tiempo. El sudor o los restos de cosméticos pueden dañar las fibras del tejido. Las manchas, si se dejan durante mucho tiempo, son más difíciles de quitar.

Al mismo tiempo, hay que tener en cuenta las características de la lavadora: la eficacia con que elimina la suciedad manteniendo la integridad del tejido y los accesorios.

Algunas cosas es mejor lavarlas con menos frecuencia, como los vaqueros. Y otras, como los sujetadores, necesitan un lavado mucho más frecuente.