1. Mis razones para ser frugal tienen que ver con algo más que el dinero
Cuando me embarqué en el camino de la frugalidad, tenía que ver con las finanzas. Pero reducir los gastos es una de las razones por las que la frugalidad se ha abierto camino en mi vida.

En primer lugar, me ayuda a estar tranquilo. No me siento estresado por el dinero. No me preocupa no tener suficiente dinero para comer. Disfruto cuando encuentro descuentos. Me encanta esa sensación de paz.

Otro aspecto no financiero de la frugalidad que me atrae es el valor de la rutina. Antes pasaba mucho tiempo planificando, me estresaba por ello, lo que al final se traducía en gastos innecesarios. Ahora hay espacio para la espontaneidad en mi vida, pero los días regulares están estructurados y simplemente los vivo sin estrés.

2- Ser frugal me hace mejor en otros aspectos de la vida
Mi nuevo enfoque del dinero me ha hecho replantearme mi forma de pensar sobre todo. Ahora siento de forma diferente el valor de todos mis recursos: tiempo, energía, atención. Por ejemplo, ahorro dinero cuando compro algo que necesito con el máximo descuento. O quiero un cuerpo más sano y dedico tiempo a hacer dieta y ejercicio. En cada caso, busco formas eficientes y eficaces de conseguir lo que quiero de la vida.

3- Ser frugal me permite ser derrochador
Al ahorrar dinero en cosas sin importancia, lo gasto en cosas que merecen la pena. Por ejemplo, valoro mis aficiones. Y les dedico dinero mensualmente. Este despilfarro selectivo me produce mucha alegría y placer.

4. No soy muy estricto con la austeridad total.
No siento la necesidad de ser frugal en todos los aspectos de mi vida. Es más, cuando he intentado vivir de esta manera, inevitablemente me ha llevado al colapso y al gasto desenfrenado.

5. Elegiré lo económico antes que lo ecológico, aunque reconozco la importancia de ambos aspectos.
6. Haciendo un balance entre ecológico y económico, he tomado mi decisión final. El medio ambiente es importante, y valoro mucho la vida «verde». Pero si entra en conflicto con la frugalidad, elegiré la frugalidad. Por ejemplo, no perderé tiempo y dinero reparando algún artículo, simplemente lo sustituiré por uno nuevo.

6. Escribo sobre la frugalidad para destruir su imagen negativa
Mucha gente percibe la frugalidad como un sufrimiento terrible, como un castigo por gastar más de la cuenta. Pero para mí, la frugalidad forma parte de la vida. No me hace infeliz ni hace que mi vida sea rara.

Quiero que todo el mundo se dé cuenta de que sólo hay que intentar encontrar el camino hacia la frugalidad, que es lo contrario del sufrimiento.