1. Encuentra tu propia manera de gestionar el desorden
El método que yo utilizo ofrece herramientas prácticas para analizar y planificar los ingresos y los gastos. Me permite reunirlos en una tabla, ordenarlos por importancia, vincularlos a fechas concretas. El resultado final es una información a partir de la cual tomo decisiones equilibradas e informadas sobre mi propio presupuesto familiar. Y puedo ver el resultado que estas decisiones que he tomado hoy tendrán mañana.

2. Elaborar un plan de acción
Cuando empecé a poner en orden mis finanzas personales, actué siguiendo esta secuencia:

Presenté todos mis ingresos y gastos del mes anterior en números concretos y los utilicé como base para mi plan de ingresos y gastos del mes siguiente.
Me fijé el objetivo de no gastar todos mis ingresos.
Empecé a registrar los ingresos y gastos diarios, a analizarlos a final de mes y a planificar el mes siguiente.
Elaboré un calendario de pagos para el mes.

3. Contar ingresos y gastos
El motivo de calcular los gastos totales de la familia por primera vez fue otro desacuerdo con mi mujer sobre el dinero. De vez en cuando teníamos roces sobre la participación de cada uno en los gastos comunes. Me parecía que mi mujer me colgaba a mí todos los gastos obligatorios. Ella sólo gastaba su dinero en sí misma. Me acusaba de gastar demasiado en mi propio entretenimiento en detrimento de la familia.

Así que decidí poner todos los recibos y gastos en una tabla y ver qué pasaba realmente. Nos sentamos, calculamos quién gasta cuánto y en qué durante un mes en el marco de los gastos totales de la familia. Y nos convencimos de que ambos estábamos exagerando las acusaciones.

4. Calcular el beneficio
¿Qué beneficio puede obtener una persona que vive de un sueldo? El mismo que en los negocios: la diferencia entre ingresos y gastos. Si en un mes gastas menos dinero del que recibes, ése es tu beneficio. Y puedes utilizarlo como beneficio. Gasta más el mes que viene. Guárdalo para unas vacaciones o una gran compra, o simplemente para un día lluvioso. Inviértelo en negocios, préstalo a interés, compra valores, etc.

Resultados
Mis logros en los primeros cinco meses de poner en orden mis finanzas:

Dejé de pelearme con mi mujer por dinero. Ahora los dos sabemos exactamente cuánto contribuye cada uno al coste total.
He reducido mis gastos personales en un 20%, sobre todo en ocio. Pero eso no significa que haya renunciado a ellos por completo.
He aprendido a prever las situaciones en las que no hay dinero suficiente para los pagos obligatorios. No siempre consigo evitarlas, pero ya no son una sorpresa. En julio, estando de vacaciones, no me ajusté al presupuesto y a final de mes tuve que recurrir a la tarjeta de crédito. Devolví el dinero del primer recibo, literalmente en dos días.
Al recortar gastos, aumenté las cuotas mensuales de mi préstamo. Antes me limitaba a hacer el pago mínimo, que cubría sobre todo los intereses. Ahora veo que la masa del préstamo se reduce, y con ella el pago mínimo cada mes.
Empecé a ahorrar la diferencia entre mis ingresos y mis gastos. Hasta ahora lo he puesto en depósitos, pero estoy buscando instrumentos más rentables.
Aprendí a fijarme metas financieras y vi que son alcanzables.
Estoy seguro de que a ti te irá tan bien como a otro, y a otro le irá mejor. Lo principal es empezar.